La renovación de los anexos del castillo en Kruisem, Bélgica, ha transformado una casa de molinero y establos en una casa para el cuidador y varios apartamentos.
Este proyecto, dirigido por el arquitecto Olivier Bouckaert y el contratista Fréderik Vandekeere, ha incorporado bloques de cáñamo para el aislamiento interior, ofreciendo una solución ecológica y sostenible.
El trabajo no solo ha restaurado la estética original de los edificios, sino que también ha mejorado su eficiencia energética y acústica, de acuerdo con los estándares modernos de confort y conservación del patrimonio.
Arquitecto: Olivier Bouckaert
Contratista: Fréderik Vandekeere